Parte mia, parte suya, mucha parte nuestra
22:37Mi padre. Trabaja en algo que no
tiene nada que ver con la televisión y todavía recuerdo como,
cuando era más pequeña, le pregunté qué es lo que hacían los actores mientras
ponían anuncios en la tele, a la vez que la retransmitían por televisión. También recuerdo
como entre risas él me contestó que eso llevaba ya un tiempo grabado, que se
hacía por escenas, a trozos, y luego lo juntaban todo. Tengo grabada en vídeo a
mi hermana pequeña haciendo las típicas gracias de esas edades. Cosas de críos.
Gracias a otra grabación, de ese mismo día por cierto, también recuerdo como
era la voz de pito que tenía a esa edad, no sé cual. Tengo un padre que es
aficionado a prestarme su ayuda en cada paso que doy, incluso para sacar una
simple fotografía.
En resumen, tengo un padre, podría
contaros muchas cosas más sobre él, pero me limito a decir que, evidentemente,
guardo muchos buenos recuerdos a su lado, pero sobre todo, le quiero agradecer
que de mi corta vida, o mis escasos 18 años, hay un sinfín de pequeños y
grandes anécdotas que sólo recuerdo por él, o por su pequeña manía y afán de
querer inmortalizar todo, y llevar siempre cualquier instrumentillo tecnológico
encima, ya sea un pequeño trípode(si, poco tiene de tecnológico) o una cámara
de fotos cada vez más desgastada. Y de todos esos recuerdos que para mí valen
tanto, he de reconocer que mi vida de interesante, poco. Pero si puedo asegurar
que desde bien pequeña me ha corrido por dentro el gusanillo que me ha incitado
a querer más, que me ha hecho verme, no sé por qué, más feliz que cualquiera
que me rodease, porque he tenido siempre la posibilidad de correr, de pelearme,
de gritar, de columpiarme, de caerme al suelo y tropezarme, de hacerme una
herida en el recreo, de reír, de llorar, de planear algo con la mansa mente de
una niña de 10 años, de ir con mi madre a comprar a Zara Kids y llevarme lo más
hortera. También he tenido la posibilidad de ser de las primeras en entrar al
comedor y de salir la última, de decidir no comer nada y sentir
psicológicamente como justo el día que lo pruebo, no dejo ni rastro del
asqueroso potaje y el asqueroso arroz con tomate del comedor del cole. He
podido celebrar mi cumple en un local de lo más simple en mi urbanización y
recordarlo como tardes estupendas con los amigos, tengo fotos con todos mis
amigos al lado desde los 4 años (o con casi todos), me acuerdo de construir
casitas pequeñas para las hormigas y escribir en mi diario con Ariana las
mañanas de julio. Me acuerdo de mis piececitos andando por las playas de Cádiz,
y pararnos antes en un chiringuito a comernos una bolsa de Doritos, de taparme
los oídos al escuchar petardos e incluso llegar a llorar. He tenido la
posibilidad de poder decir toda orgullosa desde bien pequeñita que ya me
duchaba y me lavaba el pelo sola, de disfrazarme de Escarlata O’hara a partir
de aquella estupenda Navidad, de ser una niña egoísta y caprichosa, de preferir
bucear que nadar en la piscina, de morirme de asco al ver una tarántula muerta
flotar sobre ella, y de aprender a los 7 años como pronunciar perfectamente “red”
en inglés. He coleccionado bichos dentro de un bote de pelotas de tenis con mi
hermana pequeña, y he sabido desde siempre que desde luego, los bichos (como
estos del bote de tenis) bonitos si, pero me dan un asco impresionante. He
jugado al tenis desde bien pequeña y antes no lo sabía apreciar, pero ahora se,
que todo lo que me ha dado el deporte tiene en parte culpa de lo que soy y como
veo las cosas hoy en día y se merece un gran agradecimiento.
Me he sentido desde pequeña muy
afortunada por poder viajar, y tampoco he viajado mucho, me he sentido desde
pequeña muy afortunada de poder hacer prácticamente todo lo que me gustaba
siendo consciente de que hay otras muchas personas que están limitadas o que
simplemente no pueden. Me he sentido desde bien pequeña muy afortunada de tener
el padre que tengo, la hermana que tengo, la madre que tengo, de haber tenido
la oportunidad de conocer a cada una de las personas que he conocido, de
quienes siempre he aprendido algo distinto. Me siento ahora muy afortunada, de
saber que sigo siendo pequeña, y de saber que, sin acordarnos, mientras que hay
a muchas personas que se les está acabando el cuento, a mí me queda todavía
mucha historia por contar y querer inmortalizar fotográficamente, tal y como mi
padre, sin ser consciente de ello, me ha incitado a querer hacer.
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dios ensero tu blo0g es de los mejores que me encontre desde que llevo en este mundillo esque tus letras parece que van a salirse de la pantalla,me encanta!!!!!bueno como no te sigo!
ResponderEliminarbesitos!mi blog te espera!
gracias! :)
ResponderEliminarQue bueno que tengas tan hermosos recuerdos y los valores :) hermosa entrada!
ResponderEliminarLa entrada me ha echo recordar muchas cosas.
ResponderEliminarEs una entrada muy bonita, enserio♥
Me alegro mucho de que tengas esos bonitos recuerdos de tu infancia.
Un beso!
Tendrías que añadir una opción más para marcar. Una que pusiera 'Me pone los pelos de punta'
ResponderEliminarY prácticamente en el 100% de tus entradas lo marcaría.
Sigue escribiendo. Sigue luchando. Sigue VIVIENDO.
Pd. Espero que la lectura haya ido bien. :)