Mira que esperaba tu llegada, pero apareciste de la nada y me pillaste mirando al suelo.
Eras como una especie de super héroe, sin nada que hiciese adivinar que lo eras.
No todo el mundo que estaba allí pudo verlo.
Lo que tú haces encierra algún misterio. No te quise preguntar...
No eres de llevar capas, eres más de invitar a copas. 
Y después de tenerte tan cerca, delante y luego al lado, volvimos a casa pisando el asfalto, mientras miraba al frente, preguntándome cuánto había de real.

Criterio EGO.


Dos y media de la mañana. ¿No duermes hoy conmigo? El verano yéndose y yo aquí, aún con olor a sal y arena en las manos, aunque puedo decir que he sido feliz.
Dos y treinta y tres. Sabor de vodka con limón y recuerdos de esa noche un poco confusos, toneladas de tequila... y todavía me huele el pelo a tabaco.
Dos y treinta y cinco. ¿Todo ese frío? También estaba allí, ¿se desencajaron las olas? No me acuerdo.
Dos y cuarenta y uno. Pasar fugazmente de tener todo a no tener nada. Un encuentro eterno.
Dos y cuarenta y uno y cincuenta segundos. Mi cara empapada, otra vez.
Dos y cuarenta y siete. Supersubmarina sonando, me siento atada a los recuerdos, intento ensanchar la boca y sonreír ante la sonrisa triste de los... tristes recuerdos. Tengo frío.
Tres cero uno. Ahora que no me escuchas te grito que me sentí enorme entre esos labios que solo decían verdades. Madrid no será tan fácil.
Tres y seis. ¿Sobrenatural tu forma de encontrarme? ¿Cuándo? ¿Crees en mi?
Tres y dieciséis. Vuelvo a echar de más, a otros, de menos. Me encanta la velocidad. ¡Y gritarás y gritarás!
Tres y veintiuno. Pestañeo de un segundo, ¿té? Si, té con insomnio. Y dos manos subiendo una persiana al otro lado del cristal, quizá quiera despertar ya.
Tres y veinticinco y no estás, sigues sin estar aquí. La tirita y la cicatriz, la cordura que se desató, y la mentira más sincera. La antítesis total que nos mantiene cerca. Necesito un abrazo para dormir, abrazos que muy bien podían haber reventado más de una intuición. Se eso, la distancia que nos separó, se tú por mi.
Tres y media. ¿Y las noticias de tu pelo? Ese frasco de olor... se ha perdido en la levedad de mi cama, de mi colchón viejo.
Tres y treinta y tres. Me he vuelto loca.


...when you feel scared of darkness


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